En la quinta sesión del festival de cine judio se proyectaron las peliculas Children Must Laugh (Mir Kumen On) de Aleksander Ford (1936) y The Dybbuk de Michał Waszyński (1937).

Children Must Laugh (Mir Kumen On); Aleksander Ford (1936)

Vladimir Davidovich Medem (Letonia 1879 – Nueva York 1929) fue un dirigente obrero y líder del Bund (Unión general de los trabajadores judíos de Rusia, Lituania y Polonia).

En 1926 se abrió, en honor a este, el Medem Sanatorium en Międzeszyn, un centro para atender a los niños tuberculosos de los barrios más humildes de Varsovia. Este refugio se acogia a 140 niños en invierno y 350 en verano. El amor al prójimo, la tolerancia y el respecto eran valores que primaban entre los pequeños, como si fueran una gran familia.

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El sanatorio era un espacio moderno para la época. Sus instalaciones fueron pioneras como la creación de entornos de salubridad, higiene y cuidados que se ofrecían a los pequeños. Pero no solo se les sanaba de las dañinas bacterias, si no que también se les educaba para que tuvieran un porvenir.

La clínica se sostenía económicamente gracias a las donaciones que aportaban los sindicatos judíos polacos y organizaciones de trabajadores judíos americanas. Hasta que en 1935, el dinero público (autoridades municipales y aseguradoras de salud) fue una de las pocas fuentes de ingreso para cubrir parte de los costes del centro.

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Ese mismo año se decidió rodar una película para promover el centro en todo el mundo y pedir recursos a nuevos patrocinadores. La película cuenta la historia de tres pequeños que fueron atendidos en el sanatorio y como los tratamientos de recuperación, tanto físicos como psíquicos, les llevan a restablecerse dentro de la sociedad.

El Sanatorio, juntamente con los pequeños, desapareció en 1942 junto con la llegada de la ocupación hitleriana.

Este documental fue censurado en Polonia por considerarlo propaganda comunista.

Indagando mas acerca del Medem Sanatorio, he localizado fragmentos de una entrevista que se le realizó a Chana Szlang Gonshor, una mujer que nació en 1919 en Varsovia y que describe como era el centro, el día a día en ese lugar de acogida y como se vivió el momento cuando hubo un ataque comunista judío.

The Dybbuk; Michał Waszyński (1937)

Nos situamos en la Polonia del siglo pasado, donde dos estudiantes de Escuela Talmúdica, deciden contraer vínculos de consanguinidad entre los respectivos futuros hijos, descendientes aún no nacidos, prometiéndose a unirlos en matrimonio.

Un misterioso hombre (Isaac Samberg) les avisa de que nadie debe decidir sobre el destino de otro, a pesar de que aún no hayan alcanzado este mundo, cosa que no les importa demasiado y harán caso omiso a esta extraña advertencia.

Los años pasan y de lo que se pactó aquel día, nada queda. El estudiante que aún vive, decide elegir al novio de su hija Leah (Lili Liliana); un gentil y rico heredero polaco.

Leah se enamora de otro chico, Khonnon (Leon Liebgold). Este al saber del compromiso de ella con el heredero, recurre a la Cábala e invoca a la ayuda de Satanás.

Khonnon muere pero se ha convertido en un Dybbuk, un espíritu maligno capaz de poseer otras criaturas. El apercibimiento de antaño del hombre misterioso se cumple y Leah, en vísperas de su boda, es poseída por el Dybbuk de Khonnon.

A pesar de tener, la filmación, ochenta años, es de una estética notable no solo en la calidad de planos sino en la forma de atrapar la gestualidad de los personajes. Es un documento excepcional para conocer el rito de la cábala con ese anhelo de misterio de la narración.

La vida y la muerte conviven en la dialéctica usada, todos sabemos que ambas están relacionadas y que pasar de un estado a otro es cuestión de un instante. Ese tránsito es un elemento del que no podemos huir y, a pesar de no poder vivir constantemente con el miedo a alcanzarlo, está presente, aunque oculto, en nuestro entorno. La muerte, como elemento, parece ser una dimensión apartada de nuestro día a día, alejada de nuestro ahora, pero en realidad va enlazada con el hecho de estar vivos.

La película esta grabada íntegramente en idioma yiddish y se basa en la obra de teatro «The Dybbuk: Between two Worlds» de Shloime Anski (1920). Un testimonio narrativo considerado por muchos como la obra germinal en la historia del teatro judío.Resultado de imagen de The Dybbuk 1937

«The Dybbuk» fue rodada con los mejores talentos de pueblo judío del momento (guionistas, compositores, coreógrafos, diseñadores, actores e historiadores) y una de las nueve películas que, en la segunda mitad de los años treinta, se rodaron en Polonia dirigidas al público sionista.