«La verdad sigue siendo verdad, aun cuando el sujeto sólo la reconozca y defienda desde el estrecho punto de vista de su interés propio» – Rudolf von Ihering
Cuenta la historia de una familia, de tres miembros, que vive en una casa aislada en mitad de la nada en Grenoble.
Sandra, es una escritora alemana que vive con su marido Samuel, escritor y ahora encargado de realizar trabajos de carpintería en la casa para adaptarla a habitaciones de alquiler y Daniel, su hijo que ha quedado ciego hace seis meses debido a un accidente. A esta familia se añade Messi, el perro de Daniel y sus ojos.
Un día, en el que Daniel sale con Messi a pasear entre la nieve, a su regreso encuentra, frente a la casa, al padre muerto en la nieve. Aparentemente todo indica que es debido a una caída mientras trabajaba reparando el tejado del hogar familiar, pero la autopsia que le practican acaba siendo no concluyente por las heridas sobre el cuerpo y tres gotas que quedan sobre un tablón de madera en la caída. Algo parece que no acaba de cuadrar la versión mas evidente del accidente.
Este hecho desemboca en que Sandra tenga que buscar un abogado y contarle su verdad, una realidad nada mas allá que la que se presupone como un fatal accidente.
Tienen que reconstruir el escenario tal y como fue el día de autos, con la misma música que tenia puesta Samuel a todo trapo, con la versión de Daniel cuando sale con Messi a pasear y a su vuelta lo encuentra en mitad de la nieve y como llama a su madre a viva voz ante la situación que atañe.
Ello no quita que al final sea arrestada, interrogada y posteriormente juzgada por un posible asesinato. Con un juez poco imparcial, un fiscal implacable, una prensa que sin argumentos solidos empieza a formar parte de la acusación y, un abogado mas enamorado de Sandra que otra cosa, el espectáculo esta servido.
Durante los días de juicio se empiezan a revelar datos que no se conocían, como que el supuesto finado grababa las conversaciones con su mujer para supuestamente sacar datos de la vida real en su relación y plasmarla en sus relatos. De esas grabaciones se extraen peleas verbales, físicas y derivadas que pueden llevar a interpretar que Sandra no era la mujer y madre modelo que se esperaba y un caso prácticamente resuelto y por cerrar deriva en un escenario de total culpabilidad para ella.
El proceso pone a la vista de todos la verdadera tumultuosa relación entre Sandra y Samuel, mientras que Daniel empieza a dudar de su madre se aferra a dar un último aporte a la causa confesando el verdadero estado de ánimo del padre pocos días antes de fallecer.
Nada, o todo, es concluyente. Yo tengo mi opinión, pero dejo que para cuando la veas, decidas el veredicto pese al que se declara en sala, yo mantengo mis dudas.
Un film muy bien estructurado en cuanto al relato, que no deja recovecos al aire, que busca mostrarnos que todo lo que se pudiera disipar de una total inocencia ciertamente podría no serlo, y que hace al espectador que dude de Sandra ante cada nuevo dato que aparece. En definitiva, un film 100% recomendable.
Escrito por Rodolfo Monserrat
Celuloide con alma 