«En sí, la homosexualidad está tan limitada como la heterosexualidad. Lo ideal sería ser capaz de amar a una mujer o a un hombre, a cualquier ser humano, sin sentir miedo, inhibición u obligación» – Simone de Beauvoir

En esta jornada se proyectó el documental «Queerying Nature» de la directora belga Aline Magrez.

La cinta nos cuenta a través de varios ejemplos en la naturaleza que está mas que demostrado que existen animales «queer».

Live | Labocine

La realidad de todo esto se sabe desde hace décadas, pero los científicos e instituciones naturales han preferido no revelar la verdad, el hecho de que la diversidad sexual existe de forma totalmente «normal» en el reino animal y que no es un invento de los humanos, seres que no dejamos de ser del mismo lugar pese a no reconocernos muchas veces como tales.

En este trabajo se entrelaza el relato de animales como muflones macho con comportamientos femeninos, las hienas con hábitos lésbicos, las leonas con altos niveles de testosterona, una especie de lagartijas autónomas en la reproducción o los titis con actividad sexual constante y totalmente bisexuales siendo conscientes de lo que es placer y reproducción, con las obras pensamientos de la bióloga estadounidense Joan Roughgarden sobre los animales «queer», cuestionamientos de la filósofa Vinciane Despret, los retratos íntimos de los artistas Camille Pier y Gwenn Seemel y reflexiones con el biólogo Thierry Lodé y la etóloga Fleur Daugey, y la vida y obra de dos artistas, una a través de la pintura y otra a través de las performances en las calles de París, inspirados en todo ello.

Queerying Nature

Un documental que demuestra que la realidad es otra a la que tenemos concebida, no está basada 100% en temas de supervivencia genética como planteaba Darwin, si no que tiene un matiz mucho mas complejo y rico en cuanto a la forma de que los animales se relacionan y buscan su propio placer.

«Queerying Nature» habla por si mismo para hacernos ver que las cosas que alguno/a/i le pueden parecer antinatural, totalmente contrario, nunca lo han sido.

Escrito por Rodolfo Monserrat