«No me considero pionero del travestismo barcelonés porque siempre ha habido travestis, pero sí soy pionero del teatro en la calle. Cuando me disfrazo parezco una pintura negra de Goya. Es lo que intento, dar una imagen grotesca, distorsionada. Creo que la provocación gusta a todo el mundo, porque todos tenemos algo de exhibicionistas. Soy exhibicionista porque he estado mucho tiempo marginado. Pero en casa yo me maquillaba como los griegos y los romanos» – José Pérez Ocaña, entrevista en el País del 07 de junio de 1978

En esta sesión se proyectó el documental «Ocaña, retrat intermitent» de Ventura Pons.

Este trabajo da un repaso, de primera mano y a viva voz, del artista, performer, artista, anarquista y activista LGTBI José Pérez Ocaña (1947-1983), conocido por su apellido en la Barcelona franquista y post-franquista de 1978.

Colita revela el alma de Ocaña

Nacido en Cantillana, provincia de Sevilla, en el seno de una familia humilde de cinco hermanos y gemelo de uno de ellos.

Debido a su homosexualidad y la intolerancia del lugar, realiza su «sexilio» en 1971, primero a Madrid y después de pasar unos meses allí y ver que también fluye, en menor medida la intolerancia, se traslada a Barcelona, ​​una ciudad mas abierta y respetuosa con el diferente, un espacio ideal para expresar su arte y sus ideas transgresoras.

Ventura Pons, la memòria visual de la Barcelona literària i canalla |  Bernat Salvà | Barcelona | Cinema | El Punt Avui

En su exposición de vida, entremezclada con imágenes de sus performances dentro y fuera de los escenarios, mientras vemos su apartamento en la Plaza Reial de la ciudad condal repleto de sus obras pictóricas y sus muñecos de papel maché, descubrimos la figura de un personaje muy marcado por un pasado hostil.

Recuerda ante la cámara como era humillado en su pueblo y los dos momentos mas duros de su vida, el fallecimiento de su padre y el suicidio de su amigo Manolo del que estaba enamorado y nunca se lo comentó.

Ocaña, setenta años

Cuenta que llegado a Barcelona las cosas no fueron fáciles, y que sus primeros trabajos, para poder al menos mantenerse y pagar su pequeño apartamento, ejerce el oficio de pintor de brocha gorda.

De su arte habla que es autodidacta, para nada reglada y que nunca estudió para ello, eso lo hace considerar que igualmente es talento fuera de los circuitos «legales», aunque la gente pueda que no acaba nunca de reconocer su obra como «artista» como lo pudiera ser un estudiante de bellas artes.

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En este laborioso repaso de la vida del artista, vemos sus provocaciones en sus paseos por las Ramblas vestido de mujer y sin ropa interior dejando atónitos a los paseantes del lugar. Acompañado de Camilo Cordero (muchas veces vestido de galán) y de Nazario (con una indumentaria mas desaliñada), llamados «la Santísima Trinidad» del underground, andaban por la zona y recitaban coplillas y discursos en locales como el Café de la Ópera.

Tres amigos que compartían la parte artística, con amor especial a las noches de la ciudad, a la par que tenían una ideología, devotos religiosos en especial a ángeles y vírgenes, nunca olvidó sus raíces andaluzas, y de proyecciones similares.

Documental 'Ocaña, retrato intermitente' (Ventura Pons, 1978) - YouTube

Ocaña confiesa que, pese a vivir de noche, cuando llegaba a su apartamento la oscuridad le daba pavor, pero que el comienzo del alba le hacia revivir de nuevo.

La forma de vivir es lo que destaca en la personalidad de Ocaña, una manera de expresarse libremente sin tener en cuenta la hostilidad exterior de un país nada preparado para el respeto al ajeno y mucho menos para la ser de aplicación cuando aún todavía estaba vigente la ley de peligrosidad social.

Ocaña retrato intermitente - Filmin

A destacar el formato que Pons le da a la figura del artista, de como actúa frente a una entrevista, su manera de pensar y de sentir, de como lo hace en público en la calle y en sus performances trasgresoras hasta el punto de desnudarse por completo, sus comentarios sinceros, irreverentes y únicos y, en definitiva la lucha interna de un ser cambiante que lucha hasta convertirse en aquello que quiere ser tanto a través de su obra artística y la efímera, como a través de sus palabras que crean el mundo irrepetible de la marca Ocaña.

En un debate posterior se nos cuenta que parte de la obra de Ocaña quedó en la familia, en concreto con Jesús, su hermano gemelo, y su mujer que han montado un Museo en Cantillana, muy humildemente y están recuperando mucha obra y, parte de la que tenia en su apartamento se perdió ya que entraron, por butrón, unos okupas a la muerte del artista y cosas desaparecieron y otra parte esta custodiado por su amigo Nazario y de otra de sus amigas. Añadir que el documental se filmó en 5 días en la clandestinidad junto a Jaume Forn, en los inicios de 1977, y salió a la luz hacia el otoño por el fin de la censura.

Escrito por Rodolfo